Jeux d'enfants

Últimamente me decíais que no le daba mucha caña al blog, y es cierto, lo que pasa es que no sabía muy bien cómo enfocarlo. No quería limitarlo a hablar de la bilogía de Oliva, porque algun@s de los que me seguís aún no la habéis leído. Tampoco quería escribir entradas vacías o simples chorradas, para eso las otras redes funcionan de maravilla, así que pensaba, ¿qué puedo compartir más allá de mis libros con vosotr@s? Y lo más importante, ¿qué me apetece escribir?

Al final he llegado a la conclusión de que da igual sobre lo que escriba, lo importante es que me apetezca hacerlo, así que he decidido iniciarme con las reseñas. Antes de nada, decir que no voy a reseñar cualquier libro que lea o película que vea, sino solamente aquellos que recomendaría de verdad, que me llenan y pasan formar parte de mi lista de imprescindibles. He descubierto que muchas de vosotras me preguntáis lo que estoy leyendo y cosas por el estilo, así que voy a empezar a dejaros un poquito más de mí.

Hoy dejo la literatura a un lado y me inicio con cine. Al igual que Oliva y Mario, soy una cinéfila de cuidado, además soy de las frikis, lo reconozco. Me gusta ver las películas en versión original, leer opiniones por internet, buscar curiosidades, etc... y me gusta de todo, pero ya sabéis que soy un poco moñas, así que mis dos películas favoritas son historias de amor. En general me pasa como con los libros, que soy un poco infiel y cuando me preguntan cuál es mi favorito puedo decir uno y al día siguiente otro, pero hay dos películas que para mí ya son especiales. Hoy os voy a hablar de una de ellas, y que, si aún no la habéis visto, estáis tardando en hacerlo.

Jeux d'enfants (Yann Samuell, 2003)




En España fue traducida como Quiéreme si te atreves, pero a mí me gusta usar el título original, porque es mucho más significativo, pero ya sabéis que Spain is different! y, como siempre, se sacan los títulos de la entrepierna.



¿Qué es Jeux d'enfants? Jeux d'enfants es un cuento, pero un cuento que podría ser real. Más correcto sería decir que lo sientes como real, porque es una constante explosión de sentimientos.
Jeux d'enfants es un juego, como bien dice el título, pero un juego en el que todo está permitido y todo pende de un hilo. En el que el amor también forma parte del juego y en el que los protagonistas, Julien y Sophie, se convierten en las piezas y árbitros absolutos del mismo.
Jeux d'enfants es necesitar toda una vida para decir te quiero y en cambio pasarse toda una vida diciendo ¿Te atreves? Me atrevo, en tensión constante, pero una tensión que los mantiene vivos.

"¡Dichosa Sophie! El juego había vuelto a empezar. Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico... ¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo. Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kama Sutra, las bolas chinas. Mejor que la Nocilla y los batidos de plátano, mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio. Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de "Abbey Road" , que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson. Mejor que Woodstock y las naves más orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida."


Dos niños, una lata de hojalata y el comienzo de un partida que acaba volviéndose destructiva, pero a la que no quieren poner freno. Hacerse adultos, elegir la monotonía y la seguridad sobre la originalidad y pureza de un amor infantil que sigue latiendo. Esconderlo durante años, pero seguir sintiéndolo bajo la camisa, dentro del pecho.

Es la historia de un amor loco, pasional, visceral, egoísta, inmaduro, e incluso peligroso, pero un amor de esos capaces de dirigir la vida.

Jeux d'enfants es una película con unos efectos y una realización artística que nos recuerda a Amèlie (aunque en mi humilde opinión no se parecen en nada), con unas interpretaciones sublimes (amo a Marion Cotillard), con un gran guión que se mueve de la comedia al drama con facilidad y con un final... ay, menudo final, odiado y amado a partes iguales, pero que no te deja para nada indiferente.



No os voy a hacer un resumen detallado de la historia, porque para eso hay mil opiniones por internet, solo deciros que para mí es la película más romántica que he visto y que podría verla una y otra vez. Incluso elegí una de sus frases más célebres como cita antes de comenzar La lista de Oliva, porque me recordaba a esa irracionalidad que tiñe la relación de Oli y Mario:

"—Hay dos o tres cosas que nunca me has pedido y lo lamento. Habría sido capaz.
—¿Qué cosas?

—Comer hormigas, insultar a los parados que salen del Inem… amarte como loco."

Os dejo con algunas de las frases más bonitas de la película y si después de leerlas aún no sentís las ganas de verla, es que entonces no sois capaces y no estáis listos para el juego.


“Tápate los oídos. Fuerte. Fuerte. Más fuerte todavía. ¿Oyes lo mucho que te quiero?”

“De modo que ser adulto era esto, tener un velocímetro que marca de 0 a 210, pero no ir nunca a más de 60.”

“Los amigos son como las gafas: te hacen parecer inteligente, pero se rayan enseguida y no veas si cansan… Afortunadamente a veces uno encuentra gafas que molan. Yo, tengo a Sophie.”

"¿Me lo das y me lo quitas? Si lo quieres de verdad, juega y demuéstramelo. ¿Capaz o incapaz?"


                                                                  
                                       Pues eso, ¿capaz o incapaz?

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