Miedo
Vale. Primera semana en esta aventura y los nervios a flor de piel. Primeros mensajes privados, primeras reseñas, primeros comentarios en redes sociales... y me parece todo tan increíble, que no paro de mirar con recelo buscando una cámara oculta. Es eso y preguntar a mis íntimos cada dos por tres que si me quieren tanto como para sobornar a tanta gente para que compre mi libro. Incluso madrugo cada día, cosa impensable en mí a no ser que me vea obligada a hacerlo. También me ocurren cosas extrañas. Escucho una canción y me viene Maite a la mente bailando o una expresión me hace pensar en Sonia. Incluso he soñado con Mario, que es todo un lujo, pero empieza a ser obsesivo. Están tan dentro de mí, que cuando ponga el punto final a esta historia, los voy a echar muchísimo de menos. Sobre todo a Oli, a pesar de lo tocapelotas que es la mayor parte del tiempo. Eso es lo que nunca te cuentan cuando decides escribir un libro, lo que queda después. El miedo que da terminar con el proyect