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Ella tiene
miedo.
Siente un
peso en la boca del estómago que nunca antes había sentido. No es agradable,
pero es placentero, porque anticipa un mundo nuevo que se muere por explorar.
Como una tormenta de verano que, aunque moje, refresca.
Él tiene
ganas.
Muchas.
Un ansia que,
desde que la vio aquel día con ese vestido blanco, no lo deja dormir, si te
apuras ni respirar.
En la
pantalla, un beso de película, de esos con una canción preciosa de fondo que te
hacen creer, por un momento, que todo es posible.
Incluso un
amor como el suyo.
Incluso un
para siempre.
Ella se
sonroja. El deseo la delata.
Él le coge la
mano. El deseo lo delata.
Ella se
vuelve a sonrojar y tiembla levemente.
Él carraspea
y reza para que le deje de sudar la mano.
Creen que es
el mejor instante de su vida y piensan que ojalá la película no terminase
nunca; pero, como todo, se termina.
No se mueven.
Ven como la
sala se vacía, mientras los créditos desfilan ante sus ojos avisando de un
final que ninguno quiere.
Separan sus
manos y suspiran.
Él por el
acto terminado y Ella por lo que acaba de empezar.
Llegan a la esquina de aquel parque que separa sus
caminos, como cada día al volver de clase.
—¿Te ha gustado?—pregunta Él.
—Mucho—responde Ella.
Y ambos saben que no están hablando de la película.
Esa misma noche, Ella sueña con él, con un beso y una
canción de fondo que habla de flores amarillas.
Esa misma noche, Él se masturba pensando en Ella, con
la mano que aún conserva el recuerdo de su piel.
Neïra.
Guau... precioso, nena!!
ResponderEliminarEs un avance del nuevo libro?? Jijijiji
Gracias guapa!! Y nooooo, no tiene nada que ver, pero sería una inspiración preciosa para otra historia ;-)
EliminarQué bonito!!!!!
ResponderEliminarAinsssss...
Muchas gracias Edith! Un besazo ;-)
EliminarQue bonito Andrea!! Me ha encantado Si me acuerdo de las mariposas en el estómago; lástima que no sean eternas. Ainsss... Besos guapa!!
ResponderEliminarHola Sheyla! Pues sí, a veces te gustaría retroceder en el tiempo, verdad? Pero bueno, cada etapa tiene sus cosas... ;-) Besitos!!
ResponderEliminarAy, que momentos esos del primer amor... Y que bien contado.
ResponderEliminarNosotras haciendo ya mil castillos en el aire con nuestro príncipe azul.
Ellos haciendo gasto de pañuelos o servilletas de papel jajjaja
Genial, como siempre.
Jajaja real como la vida misma, Jan. Y no es malo decirlo, no vamos a disfrazarlo de otra cosa, porque es así. ;-)
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