Lecturas marzo y abril
Le di la bienvenida a marzo escribiendo una entrada que comenzaba así: Soy una chica dentro de un televisor. Encerrada en una caja a la espera de que alguien me mire desde el otro lado, me escuche, expresa alguna emoción o me juzgue. Así me siento algunos días; en especial, cuando llega un nuevo lanzamiento. Escribir siempre me hacía libre. Sin embargo, ahora a veces me ahoga. No creo que sea malo, solo distinto. Únicamente debo encontrar un resquicio abierto por el que colarme y volver a sentir el aire en el rostro cada vez que echo a volar sobre el teclado. No estoy triste, solo expectante. Porque el camino nunca es igual y ahora me toca descubrir qué me voy a encontrar en los siguientes pasos. ¿Demasiado intenso? Puede. Pero con la llegada de Tú y yo en el corazón de Brooklyn me di cuenta de todo lo que he cambiado como escritora desde que esta aventura comenzó, hace ya seis años. No solo en lo referido a la forma de contar historias, sino también en los procesos. Si algo nos ha en